El amor en las relaciones tiene un efecto agomerante para tejer una red de apoyo mutuo. Diagmos que hay un individuo que tiene capacidad de amar. Puede amarse a si mismo con esa capacidad y procurar lo mejor para si mismo. Asimismo lo puede dirigir a otros para recibirlo de vuelta. La razon de hacerlo es que sus capacidades para autocuidado son limitadas y los expande con la ayuda de otros. Un ejemplo es una relacion de pareja. Uno de ellos pone energía para cuidar al otro y la otra hace lo mismo para restablecer el equilibrio y demostrar que quiere seguir con la dinamica, pues es de provecho mutuo. En una relacion de 2 hay más habilidades que en una relacion consigo mismo. Todos salen ganando si es que saben congeniarse. En una relacion de amistad mas de lo mismo. Siento que hay una necesidad natural de no guardar la capacidad de amar para si. He estado notando que esa capacidad que crea vinculos, en mi caso estaba ocupado con los vinculos primarios de lo que es la familia de origen. Eso crea una necesidad de encajar en la relacion y devolver a medida que se toma. Aunque desde la sistemica, al hijo no le corresponde dar, mi caso parece desordenado. Hoy delante del espejo, durante el ejercicio habitual de aprender a darme amor, descubrí que podría darme a mí mismo el amor que daba a mi familia de origen esperando algo a cambio. Parecía eso lo que me impedía comprometerme conmigo.